Una de las cuestiones de la fotografía digital que más confusión
presenta es el tamaño y la resolución de las imágenes.
Aclararé primero que toda imagen digital, provenga de una cámara o
de una película escaneada, está formada por un número determinado de
píxeles. El píxel es la unidad mínima que compone una imagen digital y
podemos imaginarlo como un diminuto punto de un determinado color
entre millones de colores posibles o bien de un determinado tono de
gris en una imagen en blanco y negro.
Gracias a las
limitaciones de nuestra visión, cuando estos píxeles son lo
suficientemente pequeños, no podemos verlos como puntos individuales,
sino como su conjunto, aparentando una imagen de tono continuo.
Esto no es nuevo. Llevamos años viendo imágenes impresas en revistas
que parecen perfectas imágenes multicolor cuando en realidad están
formadas por diminutas gotas de tinta de tan sólo 4 colores: Amarillo,
Magenta, ,Cyan y Negro.
Detalle ampliado de una parte de la imagen
donde se observan los píxeles individuales.
Volviendo a nuestros
píxeles, tenemos una imagen formado por un número determinado de ellos
distribuidos en una matriz bidimensional de ' X
' píxeles de alto por ' Y ' píxeles de
ancho que resulta en una imágen de ' XY '
píxeles. Veamos un ejemplo:
Hemos abierto en
Photoshop una imagen de una cámara CanonEOS 10D, de 6 megapixeles y
seleccionado la opción ' Imagen/Tamaño de la imagen '. El el cuadro '
Dimensiones viendo que esta compuesta por 2048 píxeles de ancho por
3072 píxeles de ancho, esto es algo más de 6 millones de píxeles por
cado color Rojo, Verde y Azul, 18 millones en total.
La resolución.
Hasta ahora todo está
bastante claro y se presta a pocas confusiones. Tenemos un
conjunto de valores digitales en un archivo almacenado en un disco
duro o una tarjeta de memoria que componen una imagen. Pero para poder
disfrutar de esa imagen tenemos que transformarla en algo físico
que nuestros ojos puedan interpretar. Para ello nos valdremos de algún
tipo de ingenio que llamaremos ' dispositivo de salida ' y que
habitualmente será una pantalla de ordenador o una impresora.
Para cumplir su
misión, el dispositivo de salida leerá cada uno de los valores
correspondientes a cada píxel del archivo digital y los distribuirá
uniformemente sobre una superficie, bien sea la pantalla de un
monitor, bien sea una hoja de papel, de un tamaño determinado.
La distancia que separa cada uno de estos píxeles en el soporte físico
que los contiene es lo que conocemos como Resolución.
La resolución se mide
en píxeles/unidad_de_longitud siendo la unidad de longitud
habitual la pulgada ( 25,4 milímetros) por aquello de que el que
inventa pone el nombre. Podemos ver entonces que la resolución está
íntimamente relacionada con el dispositivo de salida y que esta
determinará el tamaño que ocupará en el espacio nuestra imagen
digital.
En la imagen superior,
he seleccionado deliberadamente 72 píxeles/pulgada como valor para la
resolución. Este es un valor normal para cualquier monitor de
ordenador. Vemos que en este caso, nuestra imagen tiene un tamaño de
unos 105x72cm. Con toda seguridad nuestro minitor no será tan grande,
por lo que si visualizamos la imagen al 100% de su tamaño, sólo
podremos ver una pequeña parte de la misma.
La impresora como
dispositivo de salida.
La resolución de un
monitor, 72 píxeles/pulgada, es un valor relativamente pequeño, por lo
que nuestra imagen alcanza con facilidad un gran tamaño tan grande que
deberemos reducirla para que quepa cómodamente en nuestra pantalla y
poderla contemplar en su totalidad como sucede en el caso de que
queramos mostrar nuestra imagen en Internet.
Con las impresoras
sucede algo bien diferente. Como dije más arriba, para que una imagen
formada por píxeles parezca de tono continuo, estos píxeles deben ser
suficientemente pequeños como para engañar a nuestra vista y esto,
sobre el papel implica colocar al menos 200 píxeles/por cada pulgada
de papel. La mayor parte de las impresoras, sin embargo utilizan
resoluciones superiores, normalmente de 300 y 360 píxeles/pulgada. Con
estas resoluciones, los píxeles estarán tan juntos que el tamaño que
ocupará nuestra imagen sobre el papel se reducirá drásticamente.
Escribiendo la
resolución de salida adecuada a nuestra impresora, 360 píxeles/pulgada
en este caso, ( con el cuadro Remuestrear imagen desactivado )
observamos que nuestra imagen, que antes superaba el metro de altura,
alcanza ahora apenas los 15x22 centímetros.
Interpolación al
rescate.
Si estas leyendo este
artículo, probablemente es porque piensas encargar una copia de gran
tamaño. Se lo que estás pensando. Acabas de descubrir que tu
cámara no es capaz de capturar el suficiente número de píxeles como
para obtener una ampliación tan grande como tu querías. No te
preocupes, la solución es sencilla y se llama Interpolación. La
interpolación es una función matemática cuyo resultado nos generará
valores para nuevos píxeles tomando como entrada de datos los
valores de los píxeles adyacentes.
Es decir, la
interpolación inventa nuevos píxeles basándose en los que tiene
alrededor. Por supuesto la interpolación no conseguirá que tu imagen
tenga más detalles, pero si que tenga más píxeles y que estos sean lo
suficientemente pequeños como para que tu imagen impresa en el papel
parezca de tono continuo, por muy grande que sea el tamaño final de tu
fotografía.
Nuevamente y gracias a
los límites de nuestra visión y a los impuestos por la
profundidad de campo, es posible crear copias de gran tamaño de
aspecto excelente partiendo de archivos digitales más pequeños de
lo que en un principio cabría pensar. Utilizando nuestra calculador,
podrás obtener una estimación del tamaño máximo posible para tu
copia, en función de la resolución de tu cámara y de la distancia de
observación.
¿ Crees que
nuestra calculadora es demasiado optimista ? Piensa en como percibes
la calidad imagen de una pantalla TFT de 42", con una resolución
típica de 1 megapíxeles ( 1280x768 ) desde unos 3 metros de distancia.
Para activar la
interpolación en Photoshop, solo tendremos que marcar la casilla '
Remuestrear imagen ' e introducir el
nuevo dato de anchura o altura que deseamos. El resto es un proceso
completamente automático que no requiere más intervención por tu
parte.
Un caso práctico.
Supongamos que has
decidido encargarnos, una ampliación de 40x60 centímetros a partir de
tu imagen de 6 megapíxeles. Como nosotros imprimimos a 360 ppp ( ppp=
píxeles por pulgada ), tendrás que escribir este valor en el cuadro
Resolución. Activarás el cuadro Remuestrear la imagen y
Restringir proporciones, de esta forma al
escribir uno sólo de los valores deseados de Altura
o Anchura, el otro se calculará de forma automática. El algoritmo de
interpolación adecuado para ampliar el tamaño de una imagen es
Bicúbica más suavizada, o, si no está
disponible, solamente Bícubica.
Observa también como
ha aumentado el número de píxeles de tu imagen pasando de los
3072x2048 píxeles a 8504x5669 lo que hace un total de casi 140
millones de píxeles, un valor muy superior a la mejor de las cámaras
digitales actuales.
Ahora, casi 120
millones de píxeles son inventados y no aportan ninguna información
real a tu imagen. Esto puede parecer demasiado, pero no te preocupes.
Observada desde la distancia suficiente ( 1,5 veces la diagonal
aproximadamente ) tu
imagen parecerá perfectamente nítida. Si te acercas más te darás
cuenta que los detalles se difuminan pero tu imagen sigue pareciendo
de tono continuo; los píxeles no se ven.
Ahora, solo
queda aplicar a tu imagen el filtro >>máscara
de enfoque, y guardar una copia
en formato JPG calidad 10. Este será el archivo que deberás
>>enviarnos
para que podamos imprimir tu copia en papel.
Si el
tamaño de tu copia en papel es mayor de 40x60 cm. puedes utilizar
opcionalmente un valor de 180ppp en lugar de 360 ppp.
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