El verdadero progreso
 es el que pone la tecnología
 al alcance de todos.

Henry Ford.


 
 

Gestión de Color en  iMac de 27".

 

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 Por Angel García.                  

   Desde que Apple se decidió por dotar a sus ordenadores de  un cristal delantero, han sido muchas las voces que se han alzado criticando criticando la viabilidad de las pantallas de los iMac para diseño gráfico y fotografía. Los brillos especulares del acabado pulido dificultan la visibilidad en las zonas más oscuras, particularmente cuando tratamos de utilizar el monitor en un ambiente no especialmente acondicionado. Si además hemos calibrado la pantalla e idealmente hemos reducido su luminosidad máxima a valores próximos a las 120 cd/m2  tal y como recomiendan los estándares actuales, resulta aún más difícil percibir los detalles en las sombras de la imagen.

   Pero el acabado glossy es sólo la punta del iceberg. Los paneles LCD implementados en las últimas versiones de 20" eran del tipo TN+Film. En >> este artículo ya describí ampliamente los problemas de este tipo de pantallas y como soslayarlos, así que no me extenderé más aquí sobre esta cuestión.

   Compartiendo generación, su hermano mayor de 24" , aunque de forma menos notoria y publicitada que en los nuevos modelos de 21" y 27", incorporaba , a diferencia del modelo de 20", un panel de tecnología  IPS, que aunque con tiempos de respuesta algo mayores a los del tipo PVA o TN, son ideales para el trabajo gráfico por su excelente estabilidad de gamma con independencia del ángulo de observación.

Más inconvenientes de las viejas pantallas  iMac.

   Un panel IPS, es sinónomo de buen monitor para el ajuste de imágenes . Sin embargo   la implementación de estos paneles en los iMac de 24" presentaba dos grandes escollos para su uso fotográfico. El primero, el exceso de brillo, y el segundo lugar una pobre uniformidad tanto en el brillo como en la temperatura de color.

   El único parámetro de hardware que es posible ajustar durante el proceso de calibración en los iMac es el brillo de la pantalla. Los estándares actuales recomiendan valores de  brillo fotométrico en torno a los 120 nits (un nit es lo mismo que 1cd/m2) para los monitores de tipo LCD. El criterio para seleccionar este valor es  el de igualar el brillo de la pantalla al brillo del  blanco  de un papel fotográfico estándar cuando este es iluminado con una intensidad de  500 LUX, con objeto de equiparar el rango dinámico de ambos medios y poder predecir con más exactitud desde el monitor ,el aspecto que tendrá nuestra fotografía una vez impresa o lo que es lo mismo, efectuar una prueba de software con precisión.

   Con frecuencia las condiciones de iluminación en las que se visualizarán nuestras fotos en papel difieren bastante ( a peor ) de los valores recomendados, por lo que personalmente prefiero siempre cumplir los valores de brillo del monitor por defecto, en torno a los 100-110 nits ) que por exceso. Pero en el iMac de 24", recién estrenado , incluso con el ajuste al 0% , era imposible reducir el brillo de la pantalla  por debajo debajo de los 200-230 nits.

  Los paneles LCD obtienen el flujo luminoso de  unas lámparas CCFL, similares en cierto modo a las actuales lámparas de bajo consumo, y que a medida que envejecen van perdiendo luminosidad, por lo que con las horas de uso ( varios miles ) los valores mínimos de brillo que se pueden conseguir en estas pantallas, se van reduciendo, así que este problema va en cierto modo atenuandose con el tiempo, aunque nunca llega a alcanzar los valores óptimos.

   Los problemas de uniformidad de las pantallas del iMac de 24" se presentan en dos ámbitos diferentes. Primero en la distribución uniforme  del brillo de forma que las zonas centrales de la pantalla aparecen más brillantes que los extremos, produciendo un cierto viñeteado concéntrico , aunque irregular. Segundo, en forma de unas manchas amarillentas, que aunque ya presentes desde nuevas en muchas pantallas, van creciendo  con el uso, como si la pantalla se fuera  tostando , alterando además del brillo, la temperatura de color.

   Estos defectos de uniformidad no son molestos para un uso normal del ordenador, incluso pasan desapercibidos en el ajuste de instantáneas fotográficas  de colores brillantes y saturados, y muchos usuarios desconocen su existencia. Hay que poner en pantalla un color uniforme, preferiblemente blanco o gris claro, para poder observarlas en todo su esplendor.


iMac LED: la nueva generación.

 
Tal vez la característica más sobresaliente de la nueva pantalla el iMac sea su precio. Por apenas 1500 € Apple nos entrega un monitor con tecnología IPS, la más cara de fabricar , con un tamaño  considerable  de 27" y una increíble resolución de casi 3,7 megapíxeles distribuidos en una matriz de 2560x1440 con una relación de aspecto de 16:9. Basta ojear algunas tiendas on-line para darse cuenta de que el computador de última generación que acompaña a esta pantalla va, por decirlo de algún modo, de propina.

   Tanto es así, que nuestro iMac de 27" puede incluso funcionar como un simple monitor para una fuente de vídeo externa, con la condición, eso si de que la señal proceda de algún dispositivo compatible DisplayPort. VGA, DVI o HDMI  no funcionan.

   La segunda característica relevante de las nuevas pantallas es que la retroiluminación está a cargo de diodos LED, en lugar de las habituales lámparas fluorescentes de cátodo frío, CCFL. Aunque las lámparas CCFL han experimentado grandes avances en los últimos tiempos, LED significa, en general,  mayor duración, menor consumo de energía, un gamut más amplio, mayor brillo y posibilidad de regular la intensidad luminosa en un rango mayor . Por el momento, el único factor que impide el uso masivo de  la tecnología LED en la fabricación de pantallas, es su coste más elevado.

  La tecnología LED aplicada a los monitores TFT,  aporta además otras ventajas importanrtes pero que no están presentes en los nuevos iMac de 27" y de 21". En un momento os cuento por qué.


LED o LED. Esa es la cuestión.

   Bajo el nombre de Retroiluminación LED se esconden dos tecnologías bien distintas. Por un lado los paneles LED RGB dinámicos en los que diodos LED tricolor,  se sitúan detrás del panel LCD. Por otro, diodos LED blancos, situados  alrededor de los bordes de la pantalla, con un panel difusor especial el encargado de repartir la luz uniformemente por detrás de la misma.

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Panel de  LED's blancos ( iMac 21" y  27" )                       Panel LED Dinámico RGB             


  Los paneles RGB dinámicos son capaces de producir un gamut ( conjunto de colores  ) extraordinariamente amplio ya que los tres diodos de colores primarios producen una luz por mezcla aditiva que iguala al espectro de los propios filtros tricolor del panel LCD, lo que permite que estos filtros  primarios sean de banda mucho más estrecha, con mayor pureza de color y por tanto  más saturados. Otra ventaja es que se pueden apagar y encender por zonas, mejorando el contraste dinámico y la uniformidad.

  Los LED blancos están formados por un diodo emisor monocromático, en el rango del azul o ultravioleta, cuya luz incide sobre un polímero plástico dopado con fósforo amarillo, responsable de  ampliar el espectro y simulando la apariencia de luz blanca gracias al fenómino que conocemos como metamerismo. Su propia naturaleza, por tanto, plantea ya el primer inconveniente, su espectro discontinuo, cuyo pico de máxima energía, como puede verse, se sitúa en la zona de los azules, siendo  más débil e irregular en el resto del espectro.

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Curva espectral iMac 27". Negro, zona superior izquierda. Rojo, zona inferior derecha.

  La gran ventaja del sistema de Led blancos, a parte del precio más reducido, es poder conseguir pantallas extremadamente delgadas, y la del iMac necesitas serlo, si tenemos en cuenta que en apenas 6 cm. de grosor contamos  entre otros elementos con un disco duro de 3,5", un lector óptico,  un procesador ' desktop ' de última generación y un ingenioso sistema de disipación térmica junto con dos electro-ventiladores, ademas del panel. En estas condiciones tan críticas, no es extraño que la uniformidad se resienta.

  Otros factores que pueden afectar a la uniformidad son el envejecimiento desigual de los diferentes LED, o el hecho de que a medida que se calientan, los LED blancos  enfrían su temperatura de color en torno a 1ºK/ºC  

Seguimos con el glossy a vueltas.

  Desoyendo las quejas de miles de usuarios por todo el mundo, Apple repite diseño glossy en los nuevos iMac. La pantalla es tan plana y pulida que es imposible liberarse de brillos y reflejos que dificultan la visión de las zonas más oscuras. Tal vez la compañía de Cupertino pueda  dotar de alguna curvatura al cristal delantero en las siguientes iteraciones del modelo para aliviarnos del problema, pero de momento el único recurso que nos queda es trabajar en una habitación oscura, poco iluminada y si es posible vestidos de negro y con pasamontañas , puesto que la misma luz del monitor incidiendo en nuestra vestimenta superpone con todo detalle nuestra figura  fantasmagórica. sobre la imagen en pantalla. Es lo que hay.

Empezemos por calibrar.

   La calibración , a menudo confundida con el perfilado o la caracterización aún siendo animales bien distintos, consiste en llevar ciertos parámetros del monitor a unos valores estándar predeterminados mediante el ajuste de los elementos de hardware. Los tres parámetros fundamentales que  calibramos en un monitor son el brillo, la gamma y la temperatura de color del punto blanco.

   Estos tres parámetros vienen ajustados de fábrica a unos valores predeterminados. Cuanto mayor calidad tiene el monitor, más próximo es este ajuste de fábrica a los valores de referencia considerados como estándar de la industria. Los monitores diseñados específicamente para fotografía, además, permiten el reajuste por hardware de estos parámetros. No es el caso del iMac donde el único elemento que podemos ajustar por herdware es el brillo, permaneciendo invariables tanto la gamma como la temperatura de color.

   Afortunadamente estos, gamma y temperatura de color del  punto blanco, vienen ajustados del el iMac de 27" casi perfectamente a los valores que en la actualidad consideramos como estándares: gamma 2.2 y punto blanco de 6500ºK. No es que estos valores sean los ideales en términos absolutos y para todas las situaciones, ( la certificación UGRA , recomienda acertadamente en mi opinión, un valor de 5800ºK para el punto blanco aunque es preciso que el software de creación de perfil sea capaz de efectuar una adaptación cromática ) pero para uso general, podemos considerarlos idóneos y en la práctica la pantalla del iMac medido arrojó unos valores de  medición por defecto de 6466ºK y gamma 2.17 que como véis, son prácticamente perfectos.

  Ya sea en el iMac o en cualquier otro monitor que no disponga de ajustes de calibración por hardware, es  recomendable ceñirse a los ajustes de calibración por defecto en cuanto al punto blanco se refiere, siempre que la desviación de estos respecto a la norma no sea excesiva. Sin embargo, en este caso, la pantalla del iMac aparece demasiado fría a 6500ºK, tal vez debido a la alta energía en la zona de los azules de la iluminación LED, por lo que 5800ºK me parece un valor más adecuado aunque haya que sacrificar ligeramente el balance de grises como muestra la prueba UGRA que veremos después. De cualquier modo, el ojo se adapta con enorme facilidad a cualquier temperatura del punto blanco, por lo que cualquiera de los dos valores, 6500ºK o 5800ºK resultará igualmente adecuado.

  En cuanto  a la gamma, 2.2 es ya un estándar de facto tras la adopción de este valor por Apple en Snow Leopard, aunque UGRA recomienda 1.8 pensando en ECI-RGB como espacio de trabajo y en ajustarse lo más posible a la curva de ganancia de punto en artes gráficas según la norma ISO. Pero dado que la mayoría de los programas ,  navegadores Web incluidos, hacen caso omiso del perfil de pantalla , es preferible utilizar gamma 2.2 para evitar ver las cosas demasiado claras. Gamma 2.2 es el valor a utilizar también cuando nuestro espacio de trabajo es AdobeRGB.


El brillo.
¡ Al fin en su valor !.

   Junto al acabado glossy, el exceso de brillo fue una de las características que más quejas suscitó entre los fotógrafos usuarios del iMac de 24". incluso con el ajuste de al mínimo, era imposible conseguir valores de brillo por debajo de las 200 cd/m2, muy lejos de las 120 cd/m2 señaladas por el estándar.

   Por suerte, los nuevos iMac LED permiten ajustar el brillo en un amplio rango que va desde 14 cd/m2 hasta las 350 cd/m2. El brillo se puede ajustar de forma ' fina ' desde las preferencias del sistema y de forma   ' gruesa ', en 16 intervalos, con las teclas F1-F2, obteniéndose el valor aproximado a las 120 cd/m2  hacia el centro del ajuste ( 7 u 8 barras ).
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  Cabe mencionar que la luminancia del punto negro nativo es de tan sólo 0.1 cd/m2, lo que representa para el valor de brillo deseado de 120 cd/m2 , un más que respetable contraste de 1200:1 o lo que es lo mismo, un rango dinámico de unos 10 diafragmas, que es excesivo. El valor ideal de contraste debe situarse en torno a 300:1 que corresponde a unos 8 diafragmas. Para conseguirlo, si el hardware del monitor o software de calibración ofrece la posibilidad, debemos  pedirle un valor del punto negro a unas 0,4 cd/m2

  Concluida la calibración, el siguiente paso es la caracterización, donde  mediremos la respuesta colorimétrica de la pantalla a ciertos valores RGB de referencia y generaremos el perfil ICC correspondiente, que utilizaremos como perfil de color de nuestro sistema a disposición de las aplicaciones queefectúen gestión de color. Pero antes vamos a revisar otro polémico aspecto:

La uniformidad.

   Basta con cambiar el fondo de escritorio por un color liso y brillante, blanco por ejemplo, para observar  a simple vista que todas las zonas de la pantalla del iMac no son igualmente brillantes ni del mismo color. Este ha sido el caso con todas las pantallas de 24" que he visto hasta ahora, y desde luego y lamentablemente sigue siendo el caso con las pantallas de mi iMac de 27" y las de otros usuarios que informan también de esta característica.

    Es un defecto que puede pasar desapercibido con facilidad en medio de un escritorio de alegres colores y repleto de Alias ( así se llaman los accesos directos en Mac ), pero desde luego existe, se puede ver y se puede medir.

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Una  medición en el tercio superior izquierdo arroja una diferencia de 8,41dE respecto al  tercio  inferior derecho.

   La diferencia radical en la fuente de luz del nuevo modelo me hace sospechar que los reiterados problemas de uniformidad vengan determinados por el difusor, tal vez por imperativo del diseño extremadamente delgado del panel LCD, y me temo también que con el uso intensivo, al igual que sucedía con  el modelo de 24", el defecto se agudice progresivamente. Me gustaría equivocarme. El tiempo dirá.

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Resultados para el blanco en 9 zonas de la pantalla en la prueba de uniformidad UGRA DACT

   Hasta que punto la deficiencia en la uniformidad dificulta la aplicación de la pantalla del iMac  de 27" como dispositivo de ajuste de fotografías, depende, en mi opinión de la características de la imagen. La naturaleza no linial de nuestro sistema visual tolera errores mayores cuanto mayor es el estímulo. En una imagen llena de elementos de vivos colores, los defectos en la uniformidad serán  imperceptibles. En una imagen monocromática de colores pastel con suaves transiciones tonales, se distinguirán con facilidad las zonas más frías, azuladas,  de las zonas más cálidas, amarillentas. Pretender ajustar  con precisión el tono de una imagen  en blanco y negro puede resultar un tanto azaroso y deberemos utilizar como referencia fiable el centro de la pantalla, que supuestamente tomamos como punto de medición durante el perfilado de la misma.

   La certificación UGRA admite una variación máxima de un 10% en los valores de luminancia en cada uno de los 8 puntos medidos alrededor del centro y no tiene en cuenta las desviaciones de color. Personalmente considero estas  estas tolerancias inaceptables para un trabajo que requiera cierta precisión. Mi monitor NEC Spectraview 2690wxi tiene una desviación máxima de luminancia de un 4% y la desviación de  temperatura de color es inferior a dE=1 en cualquier punto de la pantalla. Incluso el modesto Hp LP2475W se manifiesta claramente superior al iMac en  este aspecto.

El color.

  Tras la calibración, llegamos al ultimo paso: la caracterización y creación del perfil  ICC . Se trata de mostrar en la pantalla unos colores de referencia, medir los colores reales que el monitor representa, y  generar una tabla describiendo las diferencias ( el perfil ICC ) que será utilizada posteriormente por las aplicaciones capaces de hacer gestión de color para presentar las imágenes en pantalla corregidas según las peculiaridades de cada monitor.

  Este proceso nos permite también medir el tamaño del gamut, o conjunto de colores que la pantalla es capaz de reproducir y compararlo con los espacios intermedios utilizados habitualmente para el retoque fotográfico, sRGB, ECI_RGB o AdobeRGB, por citar algunos, o con los gamut utilizados como  estándar en la industria de impresión.

   En los últimos dos años, se han popularizado los monitores llamados ' Wide Gamut ' o ' Adobe RGB ' para uso fotográfico. Estos monitores son capaces de representar casi todos los colores  y a veces más, que el espacio intermedio AdobeRGB es capaz de describir
.  Las nuevas pantallas  iMac, sin embargo, tienen un gamut similar en tamaño al espacio sRGB,  aunque algo más amplio en la zona de los amarillos-anaranjados y azules profundos, aunque limitado en rojos y verdes en comparación con Adobe_RGB. ( desliza el ratón sobre la imagen )
 

Representación 3D LAB del espacio de color. Blanco sólido, espacio intermedio. Malla en color, iMac 27"

   Como comenté al hablar arriba del ajuste de gamma, son muchas, prácticamente la mayoría, las aplicaciones que actualmente no tienen en cuenta el perfil del monitor a la hora de enviar las imágenes a la pantalla. Incluso los navegadores más populares carecen de una gestión de color perfecta si es que tienen alguna. En este escenario, un monitor wide gamut produce colores tremendamente saturados de un aspecto sucio y extravagante. No es extraño que un ordenador compacto  para uso general como el iMac emplee una pantalla sRGB. Es la solución lógica y la única factible actualmente. En este sentido no puede haber ninguna crítica; el gamut es el justo y el necesario.

   Por lo demás, el panel IPS, mejor que cualquier otra tecnología X-PVA, proporciona una gamma estable desde  un amplio rango de ángulos de observación, superando nuestro >> test de variación de gamma con soltura. La nitidez es soberbia y la resolución, magnífica.

   Las transiciones en los degradados de la escala de grises son suaves y sin bandas aunque debo señalar que no con todos los perfiles. En este sentido reafirmo  mi convicción de que el software >>iColor Display de Quato es el mejor y que vale de sobra los 100 € que cuesta. Más abajo podéis descargar dos perfiles creados con este software para la pantalla del iMac de 27" con los que comprobaréis fácilmente de lo que hablo. 

Certificación UGRA

   A lo largo de este artículo he mencionado varias veces la palabra ugra. >>UGRA es un centro Suizo con más de 50 años de experiencia en la industria de las artes gráficas, acreditado para efectuar exámenes de materiales y productos para la impresión y que dispone, entre otras, de una herramienta para evaluar la calidad de un monitor, a través de la medición del balance de grises, la precisión del perfil, la amplitud del gamut y la uniformidad.

   Como podéis apreciar en el resumen, la pantalla del nuevo iMac de 27" aprueba por los pelos a certificación UGRA para la  calibración de fábrica de 6500 ºK y gamma 2.2 con 120 cd/m2. Sin embargo a 5800ºK, (pasar el ratón por encima) no consigue superar la prueba, aunque por muy poco también y por culpa de las desviaciones en el balance de grises como es previsible en ausencia de calibración por hardware.



Conclusión.

   De todo lo expuesto, no debería resultar difícil extraer una conclusión. La  pregunta que seguramente os estáis haciendo desde el principio es si la pantalla del iMac de 27" es apta para ajustar fotografías y efectuar pruebas de software, y la respuesta objetiva la proporciona la certificación UGRA, que indica que el iMac de 27" supera la prueba para la calibración de fábrica.

   En mi opinión, Apple mejora notablemente respecto a los modelos anteriores con un monitor IPS de una resolución excepcional ,   en el que finalmente se puede ajustar el brillo al valor requerido,  una calibración de fábrica prácticamente perfecta y un gamut adecuado y suficiente. Persisten sin embargo dos problemas endémicos de las últimas generaciones, el acabado glossy y las zonas amarillentas que dificultan su uso e imposibilitan el ajuste preciso de determinadas imágenes.

   En todo caso, el nuevo iMac es un buen punto de partida para el retoque fotográfico desde el que cabe la posibilidad de ampliar añadiendo un segundo específicamente diseñado para fotografía, con tabla LUT de 10 o 12 bits y gamut AdobeRGB.

Descargas.

>>Certificación UGRA completa para ajuste de calibración de fábrica.
>>Perfil ICC para 5800ºK y gamma 2.2 con adaptación cromática.
>>Perfil ICC para 6500ºK y gamma 2.2 con adaptación cromática.

 Gracias por leer hasta aquí. Nos vemos en el próximo tutorial.

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