Por
Angel
García.
Desde
que Apple se decidió por dotar a sus ordenadores de un
cristal delantero, han sido muchas las voces que se han alzado
criticando criticando la viabilidad de las pantallas de los iMac para
diseño gráfico y fotografía. Los brillos
especulares del acabado pulido dificultan la visibilidad en las zonas
más oscuras, particularmente cuando tratamos de utilizar el
monitor en un ambiente no especialmente acondicionado. Si además
hemos calibrado la pantalla e idealmente hemos reducido su luminosidad
máxima a valores próximos a las 120 cd/m2 tal y
como recomiendan los estándares actuales, resulta aún
más difícil percibir los detalles en las sombras de la
imagen.
Pero
el acabado glossy es sólo la punta del iceberg. Los paneles LCD
implementados en las últimas versiones de 20" eran del tipo
TN+Film. En >> este artículo ya describí ampliamente los problemas de este
tipo de pantallas y como soslayarlos, así que no me
extenderé más aquí sobre esta cuestión.
Compartiendo generación, su hermano mayor de 24" , aunque de
forma menos notoria y publicitada que en los nuevos modelos de 21" y
27", incorporaba , a diferencia del modelo de 20", un panel de
tecnología IPS, que
aunque con tiempos de respuesta algo mayores a los del tipo PVA o TN,
son ideales para el trabajo gráfico por su excelente
estabilidad de gamma con independencia del ángulo de
observación.
Más
inconvenientes
de
las
viejas
pantallas
iMac.
Un
panel IPS, es sinónomo de buen monitor para el ajuste de
imágenes . Sin
embargo la implementación de estos paneles en los
iMac de 24" presentaba dos grandes escollos para su uso
fotográfico. El primero, el exceso de brillo, y el segundo
lugar una pobre uniformidad tanto en el brillo como en la temperatura
de color.
El
único parámetro de hardware que es posible ajustar
durante el proceso de calibración en los iMac es el brillo de la
pantalla. Los estándares actuales recomiendan valores de
brillo fotométrico en torno a los 120 nits (un nit es lo mismo
que 1cd/m2) para los monitores de
tipo LCD. El criterio para seleccionar este valor es el de
igualar el brillo de la pantalla
al brillo del blanco de un papel fotográfico
estándar cuando este es iluminado con una intensidad de
500 LUX, con objeto de equiparar el rango dinámico de ambos
medios y poder predecir con más exactitud desde el monitor ,el
aspecto que tendrá nuestra fotografía una vez impresa o
lo que es lo mismo, efectuar una prueba de software con
precisión.
Con
frecuencia las condiciones de iluminación en las que se
visualizarán nuestras fotos en papel difieren bastante ( a peor
) de los valores recomendados, por lo que personalmente prefiero
siempre cumplir los valores de brillo del monitor por defecto, en torno
a los 100-110 nits ) que por exceso. Pero en el iMac de 24",
recién estrenado , incluso con el
ajuste al 0% , era imposible reducir el brillo de la pantalla por
debajo debajo de los
200-230 nits.
Los paneles
LCD obtienen el flujo luminoso de unas lámparas CCFL,
similares en cierto modo a las actuales lámparas de bajo
consumo, y que a medida que envejecen van perdiendo luminosidad, por lo
que con las horas de uso ( varios miles ) los valores mínimos de
brillo que se pueden conseguir en estas pantallas, se van reduciendo,
así que este problema va en cierto modo atenuandose con el
tiempo, aunque nunca llega a alcanzar los valores óptimos.
Los
problemas de uniformidad de las pantallas del iMac de 24" se
presentan en dos ámbitos diferentes. Primero en la
distribución uniforme del brillo de forma que las zonas
centrales de la pantalla aparecen más brillantes que los
extremos, produciendo un cierto viñeteado concéntrico ,
aunque irregular. Segundo, en forma de unas manchas amarillentas, que
aunque ya presentes desde nuevas en muchas pantallas, van
creciendo con el uso, como si la pantalla se fuera tostando
, alterando además del brillo, la temperatura de
color.
Estos
defectos de uniformidad no son molestos para un uso normal del
ordenador, incluso pasan desapercibidos en el ajuste de
instantáneas
fotográficas de colores brillantes y saturados, y muchos
usuarios desconocen su existencia. Hay que poner en pantalla un color
uniforme, preferiblemente blanco o gris claro, para poder observarlas
en todo su esplendor.
iMac
LED: la nueva generación.
Tal vez la característica más
sobresaliente de la
nueva pantalla el iMac sea su precio. Por apenas 1500 € Apple nos
entrega un monitor con tecnología IPS, la más cara de
fabricar , con un tamaño considerable de 27" y una
increíble resolución de casi 3,7 megapíxeles
distribuidos
en una matriz de 2560x1440 con una relación de aspecto de 16:9.
Basta ojear algunas tiendas on-line para darse cuenta de que el
computador de última generación que acompaña a
esta pantalla va, por decirlo de algún modo, de propina.
Tanto
es así, que nuestro iMac de 27" puede incluso funcionar como un
simple
monitor para una fuente de vídeo externa, con la
condición, eso
si de que la señal proceda de algún dispositivo
compatible DisplayPort. VGA, DVI o HDMI no funcionan.
La
segunda característica relevante de las nuevas pantallas es que
la retroiluminación está a cargo de diodos LED, en lugar
de las habituales lámparas fluorescentes de cátodo
frío,
CCFL. Aunque las lámparas CCFL han experimentado grandes avances
en los últimos tiempos, LED significa, en general, mayor
duración, menor consumo de energía, un gamut más
amplio, mayor brillo y posibilidad de regular la intensidad luminosa en
un rango mayor . Por el momento, el único factor que impide el
uso
masivo de la tecnología LED en la fabricación de
pantallas, es su coste más elevado.
La
tecnología LED aplicada a los monitores TFT, aporta
además otras ventajas importanrtes pero que no están
presentes en los nuevos iMac de 27" y de 21". En un momento os
cuento por qué.
LED o
LED. Esa es la cuestión.
Bajo
el nombre de Retroiluminación
LED se esconden dos tecnologías bien distintas. Por un lado los
paneles LED RGB dinámicos en los que diodos LED tricolor,
se sitúan detrás del panel LCD. Por otro, diodos LED
blancos, situados alrededor de los bordes de la pantalla, con un
panel difusor
especial el encargado de repartir la luz uniformemente por
detrás
de la misma.

Panel de LED's blancos ( iMac 21"
y 27"
)
Panel LED Dinámico RGB
Los
paneles
RGB
dinámicos
son
capaces
de
producir
un
gamut
(
conjunto de colores ) extraordinariamente amplio ya que
los tres diodos de colores primarios producen una luz por mezcla
aditiva que iguala al espectro de los propios filtros tricolor del
panel LCD, lo que permite que estos filtros primarios sean de
banda mucho más estrecha, con mayor pureza de color y por
tanto más saturados. Otra ventaja es que se pueden apagar
y encender por zonas, mejorando el contraste dinámico y la
uniformidad.
Los LED blancos están formados por un diodo emisor
monocromático, en el rango del azul o ultravioleta, cuya luz
incide sobre un
polímero plástico dopado con fósforo amarillo,
responsable de ampliar el espectro y simulando la apariencia de
luz
blanca gracias al fenómino que conocemos como metamerismo. Su
propia naturaleza, por tanto, plantea
ya el primer inconveniente, su espectro discontinuo, cuyo pico de
máxima energía, como puede verse, se sitúa en la
zona de los azules, siendo más débil e irregular en
el resto
del espectro.
Curva
espectral
iMac
27".
Negro,
zona
superior
izquierda.
Rojo,
zona inferior
derecha.
La
gran
ventaja
del
sistema
de
Led
blancos,
a parte del precio
más reducido, es poder conseguir pantallas extremadamente
delgadas, y la del iMac necesitas serlo, si tenemos en cuenta que en
apenas 6 cm.
de grosor contamos entre otros elementos con un disco duro de
3,5", un lector óptico, un procesador ' desktop ' de
última generación y un ingenioso sistema de
disipación térmica junto con dos electro-ventiladores,
ademas del panel. En estas condiciones tan críticas, no es
extraño que la uniformidad se resienta.
Otros
factores
que
pueden
afectar
a
la
uniformidad
son el
envejecimiento desigual de los diferentes LED, o el hecho de que a
medida que se calientan, los LED blancos enfrían su
temperatura de color en torno a 1ºK/ºC
Seguimos con el glossy a vueltas.
Desoyendo
las
quejas
de
miles
de
usuarios
por
todo el mundo, Apple
repite diseño glossy en los nuevos iMac. La pantalla es tan
plana y pulida que es imposible liberarse de
brillos y reflejos que dificultan la visión de las zonas
más oscuras. Tal vez la compañía de Cupertino
pueda dotar de alguna curvatura al cristal delantero en las
siguientes iteraciones del modelo para aliviarnos del problema, pero de
momento el único recurso que nos queda es trabajar en una
habitación oscura, poco iluminada y si es posible vestidos de
negro y con pasamontañas , puesto que la misma luz del monitor
incidiendo en nuestra vestimenta superpone con todo detalle nuestra
figura fantasmagórica. sobre la imagen en pantalla. Es lo
que hay.
Empezemos por calibrar.
La
calibración
,
a
menudo
confundida
con
el
perfilado o la
caracterización aún siendo animales bien distintos,
consiste en
llevar ciertos parámetros del monitor a unos valores
estándar
predeterminados mediante el ajuste de los elementos de hardware. Los
tres parámetros fundamentales que calibramos en un monitor
son el brillo, la gamma y la temperatura de color del punto blanco.
Estos
tres
parámetros
vienen
ajustados
de
fábrica
a
unos
valores predeterminados. Cuanto mayor calidad tiene el monitor,
más próximo es este ajuste de fábrica a los
valores
de referencia considerados como estándar de la industria. Los
monitores diseñados específicamente para
fotografía, además, permiten el reajuste por hardware de
estos
parámetros. No es el caso del iMac donde el único
elemento que podemos ajustar por herdware es el brillo, permaneciendo
invariables tanto la gamma como la temperatura de color.
Afortunadamente
estos,
gamma
y
temperatura
de color del punto blanco,
vienen ajustados del el iMac de 27" casi perfectamente a los
valores que en la actualidad consideramos como estándares: gamma
2.2 y punto blanco de 6500ºK. No es que estos valores sean los
ideales en términos absolutos y para todas las situaciones, ( la
certificación UGRA , recomienda acertadamente en mi
opinión, un valor de 5800ºK para el punto blanco aunque es
preciso que el software de creación de perfil sea capaz
de efectuar una adaptación cromática ) pero para uso general,
podemos considerarlos idóneos y en la práctica la
pantalla del iMac medido arrojó unos valores de
medición por defecto de 6466ºK y gamma 2.17 que como
véis, son prácticamente perfectos.
Ya
sea
en
el
iMac
o
en
cualquier
otro monitor que no disponga de
ajustes de calibración por hardware, es recomendable
ceñirse a los ajustes de calibración por defecto en
cuanto al punto blanco se refiere, siempre que la desviación de
estos respecto a la norma no sea excesiva. Sin embargo, en este caso,
la pantalla del iMac aparece demasiado fría a 6500ºK, tal
vez
debido a la alta energía en la zona de los azules de la
iluminación LED, por lo que 5800ºK me parece un valor
más adecuado aunque haya que sacrificar ligeramente el balance
de
grises como muestra la prueba UGRA que veremos después. De
cualquier modo, el ojo se
adapta con enorme facilidad a cualquier temperatura del punto blanco,
por lo que cualquiera de los dos valores, 6500ºK o 5800ºK
resultará igualmente adecuado.
En
cuanto
a
la
gamma, 2.2
es ya un
estándar de facto tras la adopción de este valor por
Apple en Snow Leopard, aunque UGRA recomienda 1.8 pensando en ECI-RGB
como espacio de trabajo y en ajustarse lo más posible a la curva
de ganancia de punto en artes gráficas según la norma
ISO. Pero
dado que la mayoría de los programas , navegadores Web
incluidos, hacen caso omiso del perfil de pantalla , es preferible
utilizar gamma 2.2 para evitar ver las cosas demasiado claras. Gamma
2.2 es el valor a utilizar también cuando nuestro espacio de
trabajo es
AdobeRGB.
El brillo. ¡ Al fin en su valor !.
Junto
al acabado glossy, el exceso de brillo fue una de las
características que más quejas suscitó entre los
fotógrafos usuarios del iMac de 24". incluso con el ajuste de al
mínimo, era imposible conseguir valores de brillo por debajo de
las 200 cd/m2, muy lejos de las 120 cd/m2 señaladas por el
estándar.
Por suerte, los nuevos iMac LED permiten ajustar el brillo
en un amplio rango que va desde 14 cd/m2 hasta las 350 cd/m2. El brillo
se puede ajustar de forma ' fina ' desde las preferencias del sistema y
de forma ' gruesa ', en 16 intervalos, con las teclas
F1-F2, obteniéndose el valor aproximado a las 120 cd/m2
hacia el
centro del ajuste ( 7 u 8 barras ).
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Cabe
mencionar
que
la
luminancia del punto negro nativo es de tan sólo
0.1 cd/m2, lo que representa para el valor de brillo deseado de 120
cd/m2 , un más que respetable contraste de 1200:1 o lo que es lo
mismo, un rango dinámico de unos 10 diafragmas, que es excesivo.
El valor ideal de contraste debe situarse en torno a 300:1 que
corresponde a unos 8 diafragmas. Para conseguirlo, si el hardware del
monitor o software de calibración ofrece la posibilidad,
debemos pedirle un valor del punto negro a unas 0,4 cd/m2
Concluida
la
calibración,
el
siguiente
paso
es
la caracterización, donde mediremos la
respuesta colorimétrica de la pantalla a ciertos valores RGB de
referencia y generaremos el perfil ICC correspondiente, que
utilizaremos
como perfil de color de nuestro sistema a disposición de las
aplicaciones queefectúen gestión de color. Pero antes
vamos a revisar
otro polémico aspecto:
La uniformidad.
Basta
con
cambiar
el
fondo
de
escritorio
por
un color liso y brillante,
blanco por ejemplo, para observar a simple vista que todas las
zonas de la pantalla del iMac no son igualmente brillantes ni
del mismo color. Este ha sido el caso con todas las pantallas de 24"
que he visto hasta ahora, y desde luego y lamentablemente sigue siendo
el caso con las pantallas de mi iMac de 27" y las de otros usuarios que
informan también de esta característica.
Es
un
defecto
que
puede
pasar
desapercibido
con
facilidad en medio de
un escritorio de alegres colores y repleto de Alias ( así se
llaman los accesos directos en Mac ), pero desde luego existe, se puede
ver y se puede medir.

Una medición en el tercio
superior
izquierdo arroja una diferencia de 8,41dE respecto al
tercio inferior derecho.
La
diferencia
radical
en
la
fuente
de
luz del nuevo modelo me hace
sospechar que los reiterados problemas de uniformidad vengan
determinados por el difusor,
tal vez por imperativo del diseño extremadamente delgado del
panel LCD, y me temo también que con el uso intensivo, al igual
que sucedía
con el modelo de 24", el defecto se agudice
progresivamente. Me gustaría equivocarme. El tiempo dirá.

Resultados
para
el
blanco
en
9
zonas
de
la
pantalla en la prueba de uniformidad
UGRA DACT
Hasta
que
punto
la deficiencia en la uniformidad
dificulta la aplicación de la pantalla del iMac de 27"
como
dispositivo de ajuste de fotografías, depende, en mi
opinión de la
características de la imagen. La naturaleza no linial de nuestro
sistema visual tolera errores mayores cuanto mayor es el
estímulo. En una imagen llena de elementos de vivos colores, los
defectos en la uniformidad serán imperceptibles. En una
imagen monocromática de colores pastel con suaves transiciones
tonales, se distinguirán con facilidad las zonas más
frías,
azuladas, de las zonas más cálidas, amarillentas.
Pretender
ajustar con precisión
el tono de una imagen en blanco y negro puede resultar un tanto
azaroso y deberemos utilizar como referencia fiable el centro de la
pantalla, que supuestamente tomamos como punto de medición
durante el perfilado de la misma.
La certificación UGRA admite
una variación máxima de un 10% en los valores de
luminancia en cada uno de los 8 puntos medidos alrededor del centro y
no tiene en cuenta las desviaciones de color. Personalmente considero
estas estas tolerancias inaceptables para un trabajo que requiera
cierta precisión. Mi monitor NEC Spectraview 2690wxi tiene una
desviación máxima de luminancia de un 4% y la
desviación de temperatura de color es inferior a dE=1 en
cualquier punto de la
pantalla. Incluso el modesto Hp LP2475W se manifiesta claramente
superior al iMac en este aspecto.
El color.
Tras la calibración,
llegamos al ultimo paso: la caracterización y creación
del perfil ICC . Se trata de mostrar en la pantalla unos colores
de
referencia, medir los colores reales que el monitor representa, y
generar una tabla describiendo las diferencias ( el perfil ICC ) que
será
utilizada posteriormente por las aplicaciones capaces de hacer
gestión de color para presentar las imágenes en pantalla
corregidas según las peculiaridades de cada monitor.
Este proceso nos permite también medir el tamaño
del gamut, o conjunto de
colores que la pantalla es capaz de reproducir y compararlo con los
espacios intermedios
utilizados habitualmente para el retoque fotográfico, sRGB,
ECI_RGB o AdobeRGB, por citar algunos, o con los gamut utilizados
como estándar en la industria de impresión.
En los últimos dos años, se han popularizado
los monitores llamados ' Wide Gamut ' o ' Adobe RGB ' para uso
fotográfico. Estos monitores son capaces de representar casi
todos los colores y a veces más, que el espacio intermedio
AdobeRGB es capaz de describir. Las
nuevas pantallas iMac, sin embargo, tienen un gamut similar en
tamaño al espacio sRGB, aunque algo más amplio
en la zona
de los amarillos-anaranjados y azules profundos, aunque limitado
en rojos y verdes en comparación con Adobe_RGB. ( desliza el
ratón sobre la imagen )
Representación
3D
LAB
del
espacio
de
color.
Blanco
sólido,
espacio intermedio. Malla en
color, iMac 27"
Como
comenté
al
hablar
arriba del ajuste de gamma, son muchas,
prácticamente la mayoría, las aplicaciones que
actualmente no
tienen en cuenta el perfil del monitor a la hora de enviar las
imágenes a la pantalla. Incluso los navegadores más
populares carecen de una gestión de color perfecta si es que
tienen alguna. En este escenario, un monitor wide gamut produce colores
tremendamente saturados de un aspecto sucio y extravagante. No es
extraño que un ordenador compacto para uso general como el
iMac emplee una pantalla sRGB. Es la solución lógica y la
única factible actualmente. En este sentido no puede haber
ninguna crítica; el gamut es el justo y el necesario.
Por
lo
demás,
el
panel IPS, mejor que cualquier otra
tecnología X-PVA, proporciona una gamma estable desde un
amplio rango de ángulos de observación, superando nuestro
>> test de variación de
gamma con soltura. La nitidez es soberbia y la resolución,
magnífica.
Las
transiciones
en
los
degradados de la escala de grises son suaves y
sin bandas aunque debo señalar que no con todos los perfiles. En
este sentido reafirmo mi convicción de que el
software >>iColor
Display de Quato es el mejor y que vale de sobra los 100 € que
cuesta. Más abajo podéis descargar dos perfiles creados
con este software para la pantalla del iMac de 27" con los que
comprobaréis fácilmente de lo que hablo.
Certificación UGRA
A
lo
largo
de
este artículo he mencionado varias veces la
palabra ugra. >>UGRA es un
centro Suizo con más de 50 años de experiencia en la
industria de las artes gráficas, acreditado para efectuar
exámenes de materiales y productos para la impresión y
que dispone, entre otras, de una herramienta para evaluar la
calidad de un monitor, a través de la medición del
balance de
grises, la precisión del perfil, la amplitud del gamut y la
uniformidad.
Como podéis apreciar en el resumen, la pantalla del nuevo iMac
de 27" aprueba por los pelos a certificación UGRA para la
calibración de fábrica de 6500 ºK y gamma 2.2 con
120 cd/m2. Sin embargo a 5800ºK, (pasar el
ratón por encima) no consigue superar la prueba, aunque
por muy poco también y por culpa de las desviaciones en el
balance de grises como es previsible en ausencia de calibración
por hardware.
Conclusión.
De todo lo expuesto, no debería resultar
difícil extraer una conclusión. La pregunta que
seguramente os estáis haciendo desde el principio es si la
pantalla del iMac de 27" es apta para ajustar fotografías y
efectuar pruebas de software, y la respuesta objetiva la proporciona la
certificación UGRA, que indica que el iMac de 27" supera la
prueba para la calibración de fábrica.
En mi opinión,
Apple mejora notablemente respecto a los modelos anteriores con un
monitor IPS de una resolución excepcional , en el
que finalmente se puede ajustar el brillo al valor requerido, una
calibración de fábrica prácticamente perfecta y un
gamut adecuado y suficiente. Persisten sin embargo dos problemas
endémicos de las últimas generaciones, el acabado glossy
y las zonas amarillentas que dificultan su uso e imposibilitan el
ajuste preciso de determinadas imágenes.
En todo caso, el nuevo
iMac es un buen punto de partida para el retoque fotográfico
desde el que cabe la posibilidad de ampliar añadiendo un segundo
específicamente diseñado para fotografía, con
tabla LUT de 10 o 12 bits y gamut AdobeRGB.
Descargas.
>>Certificación
UGRA completa para ajuste de calibración de fábrica.
>>Perfil
ICC para 5800ºK y gamma 2.2 con adaptación cromática.
>>Perfil
ICC para 6500ºK y gamma 2.2 con adaptación cromática.
Gracias por
leer hasta aquí. Nos vemos en
el próximo tutorial. 
Puedes discutir sobre este
artículo en el foro >> Ordenadores y Monitores Mac de >>Fotopopular.
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